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El fin de la política
La autoconciencia de la modernidad desarrollada en Occidente deshistorizó y ontologizó sistemáticamente desde la Ilustración las formas propias de la socialización y sus conceptos. Esto vale para todas las corrientes de la historia de la modernización, incluyendo la izquierda y el marxismo. La falsa ontologización se refiere en último término a los conceptos básicos de «economía» y «política». En vez de reconocer ese par de conceptos como específico de la modernidad basada en la producción de mercancías, los impone a todas las sociedades premodernas (y futuras) como supuesto ciego y lo adjudica a la existencia humana como tal.
Razón sangrienta
La crítica, sin embargo, no puede dejarse guiar por la rabia que siente en sus entrañas; tiene que apoyar su legitimidad intelectual sobre fundamentos completamente nuevos. Aunque maneje conceptos teóricos, ello no significa una vinculación renovada a los modelos de la propia Ilustración, deduciéndose, por el contrario, únicamente de la necesidad de destruir la autolegitimación intelectual de ésta.
¡EL CRIMINAL ES EL ELECTOR!
Tú eres el criminal, oh Pueblo, puesto que tú eres el Soberano. Eres, bien es cierto, el criminal inconsciente e ingenuo. Votas y no ves que eres tu propia víctima.
Lógica y ethos de la sociedad laboral
Nunca hubo tanto final. Con el derrumbamiento del realsocialismo, toda una época desaparece y deviene historia. La familiar constelación social mundial de la postguerra se disuelve ante nuestros ojos a una velocidad increíble. Toda una era se ha extinguido; sin embargo, la pregunta apremia: ¿cuál, en realidad?
La nueva simultaneidad histórica
El debate sobre la globalización parece haber llegado actualmente a un estado de agotamiento. Eso no se debe a una extenuación del proceso subyacente, sino a la falta de aire para nuevas ideas interpretativas. Casi nadie se atreve a hablar del fin de la historia de la modernización. Es cierto que mientras tanto ya se escribieron bibliotecas enteras sobre el hecho de la globalización del capital quedando diluida la separación entre la economía nacional y el mercado mundial y, con ella, todo el marco referencial anterior.
Manifiesto contra el trabajo
En El manifiesto contra el trabajo la gente de Krisis consigue sintetizar muy certeramente los ejes principales de su crítica a la sociedad del trabajo, desarrollados más extensamente en numerosos artículos y libros. A la gente de Virus nos parecía importante dar a conocer las posiciones de Krisis, pues pueden contribuir ciertamente a enriquecer debates similares iniciados en el Estado español, y que en parte han quedado recogidos en otros textos publicados con anterioridad en Virus.
¿Ya se volvió obsoleto el dinero?
Los medios y las instancias oficiales ya nos están preparando: muy pronto va a desencadenarse una nueva crisis financiera mundial y será peor que la de 2008. Se habla abiertamente de desastres. Pero, ¿qué pasará después? ¿Cómo viviremos después del derrumbe a amplia escala de los bancos y las finanzas públicas?
¿Libres para la liberación?
Nos encontramos ante dos noticias. La buena noticia es que nuestro viejo ene- migo, el capitalismo, parece encontrarse en una crisis gravísima. La mala noticia es que, por el momento, no se ve ninguna forma de emancipación social que esté realmente a nuestro alcance, y que nada garantiza que el posible final del capita- lismo desemboque en una sociedad mejor.
Las sutilezas metafísicas de la mercancía
Mi intervención será bastante distinta de las otras que aquí se lean. Presentarse a un debate sobre la mercancía para polemizar contra la existencia misma de la mercancía puede parecer tan sensato como acudir a un congreso de físicos para protestar contra la existencia del magnetismo o de la gravedad.