François Houtart y la experiencia en manipulación interpretativa

Comentaba previamente sobre un artículo de François Houtart publicado en La Jornada, en el cual pretendía convencernos que la abyección cristiana de Hugo Chávez no era algo malo y que esa influencia religiosa no era religiosa sólo porque sus enemigos eran de la alta jerarquía católica.

Derivado de esto reflexionaba anoche sobre qué clase de persona es capaz de ponerse de pie frente a una multitud y por medio del ingenio torcer los hechos, tergiversar la historia y plantear un escenario nuevo donde caben excusas y justificaciones, un escenario cuya construcción obedece a una lasciva tentativa de engañar y encubrir.

Resulta que Houtart es un sacerdote católico con estudios en sociología y marxismo de origen belga, fue dirigente de un partido político católico y uno de los primeros en exponer con una gran elocuencia los postulados modernos de la democracia cristiana, lo que nosotros conocemos como nacionalismo fascista católico, y que tuvo un gran auge en Europa todavía hasta la segunda mitad del siglo XX (especialmente como una forma de combate al comunismo), si ustedes quieren identificar rápidamente a la derecha en Europa hoy en día, deben ubicar a estas organizaciones políticas católicas.

Su nombre es también uno de los hitos en el estudio de lo que fue la Teología de la Liberación, también conocida como la apologética cristiana del remordimiento hacia los pobres, es decir, la hermenéutica bíblica para encontrar permiso divino para apoyar causas sociales (quienes no guiamos nuestras vidas de acuerdo a los mitos ese antiguo texto, nos resulta más sencillo encontrar directivas de solidaridad en nuestro innato sentido de lo que es la justicia).

Este sacerdote y sociólogo Belga fue un ponente muy solicitado en los circos socialdemócratas cristianos del Foro Social Mundial e incluso hubo una campaña muy grande a favor de su nominación para un Premio Nobel de la Paz.

Así que se dibuja bastante bien el perfil de este merolico erudito de la sociología demócrata cristiana (que no marxista, como equivocadamente suele señalarse), pero… ¿qué otra cosa en su carácter puede ayudarnos comprender mejor su entusiasta papel como megáfono de los fraudes populistas que desde Chávez hasta la fecha en Venezuela han trabajado por la reforma y evolución del capitalismo bajo las ridículas formas de “eco-socialismo”?

Bueno, François Houtart también pertenece a la escolástica pederasta católica. Resulta que una comisión encargada de la investigación de los abusos sexuales de sacerdotes de la Iglesia Católica en Bélgica lo señaló como responsable del abuso sexual del hijo de un primo suyo, quien en el momento del abuso tendría ocho años de edad. Los padres del niño siempre afirmaron que se trató de una violación sexual.

Houtart confesó parcialmente, al decir que había “tocado las partes íntimas” del niño en al menos dos ocasiones, y como es su maligna costumbre de tergiversar los hechos y usar palabras menos duras para definir los mismos eventos, exclamó que se trató de un acto “irreflexivo e irresponsable”, claro que no iba a llamarlo “abuso sexual infantil”, ¿o sí?

Los abusos sexuales de los sacerdotes belgas han estado impunes durante décadas y según registros oficiales, han provocado al menos una docena de suicidios entre sus víctimas.

Así tenemos entonces, que ese carácter mentiroso, tergiversador y manipulador de los hechos y de la verdad, lo mismo es usado para suavizar un abuso sexual infantil, como para disfrazar de benévola la influencia religiosa en actos de gobierno que no sólo no son revolucionarios sino que, en términos económicos, resultan ser efectivamente conservadores y capitalistas.

Eso es lo que se necesita para fabricar un marco teórico falso de interpretación alrededor de un fraude revolucionario: alguien con experiencia.

¡Ah! Una última anotación. ¿Sabrían los editores de La Jornada que están publicando artículos de un pederasta confeso que se ha evadido de la acción de la Justicia durante cuarenta años? Sí, ellos mismos publicaron la noticia en 2010. Pero todo sea por sostener una mentira que pueda ser traslapada a nuestra nación para brindar los mismos pretextos y justificaciones a las mentiras del populista local.