Si ves las barbas de tu vecino cortar…
En los últimos días ha habido un gran alboroto en los Estados Unidos a raíz de entrevistas en CNN al estudioso de temas religiosos Reza Aslan (se atreve a decir que la mutilación de genitales femeninos en Somalia es un “problema africano” y no un problema de la práctica del Islam), y por una discusión entre el conductor Bill Maher y el filósofo Sam Harris contra el actor Ben Affleck (quien dice que hablar mal del Islam es “racismo“) en el canal HBO.
Curiosamente el motivo del escándalo es porque un gran sector de conservadores y liberales en los Estados Unidos han convenido una serie de principios como lo políticamente correcto al hablar del Islam y los musulmanes:
- Se debe hablar del Islam como una religión de paz, y negar que sea islam cualquier forma de práctica del islam que no sea la que se profesa en norteamérica.
- Los logros legislativos y gubernativos seculares en países de mayoría musulmana, deben adjudicarse al islam moderado, no al secularismo.
- No se puede hablar del Islam si no se toma como única opinión autorizada sobre religión la de alguien que profese esa fe.
- Los señalamientos que no adulen a esa religión serán ofensivos y “racistas”, aunque una religión no sea una raza.
- Cualquier crítica al Islam será considerada intolerancia religiosa y se etiquetará de “islamofobia”.
Estas sencillas y barbáricas reglas pueden encontrarse en las palabras de comentaristas de TV y columnistas de todo el espectro político. La parte interesante es, a qué viene esta absurda guerra en contra del derecho a manifestar opiniones, como la que se está haciendo contra Bill Maher o Sam Harris.
En mi tierra tenemos éste dicho “si ves las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar“, éstas reglas que se pretenden imponer por medio del bullying mediático son exactamente las mismas reglas que se han pretendido hacer valer para evitar señalamientos críticos a la mayoría cristiana norteamericana. No se trata de ningún modo de un debate sobre intolerancia a los musulmanes (todos los que pretenden “defenderlos” son los mismos que aplauden el bombardeo genocida sobre todo moreno adorador de Allah en medio oriente), sino una tentativa de coartar la libertad de expresión a la crítica secular o anti-teocrática.
Estas sencillas reglas que se quieren imponer desde medios usualmente liberales como The Raw Story o TYT Networkson el esfuerzo organizado de personas que pretenden establecer una zona libre de crítica, y esa zona es la esfera religiosa.