Por José Villaseñor C.
En Hispanoamérica el fin del dominio español significó la abolición del símbolo de la autoridad. Todo lo que de ella emanaba – leyes y administración -, entró en una crisis profunda. Y si bien muchas reglamentaciones y cargas impositivas perduraron por decenios, la nueva estructura política resultaba desconocida para la sociedad. Los grupos dominantes que incluían a grandes propietarios comerciantes, burócratas, religiosos y militares entraron en pugna, algunas veces por motivaciones de interés local o regional y en otros por la ambición de los dirigentes políticos y militares.
El siguiente texto texto sirve de introducción al libro Weltordnungskrieg. Das Ende der Souveränität und die Wandlungen des Imperialismus in Zeitalter der Globalisierung («La guerra de ordenamiento mundial. El fin de la soberanía y las metamorfosis del imperialismo en la era de la globalización»), 448 páginas, que acaba de publicar en Alemania la editorial Horlemann [info@horlemann-verlag.de].
La crisis del sistema mundial y el nuevo vacío conceptual En la escasa medida en que haya aún, en una época en que el sistema vigente parece eximirse ya de cualquier tipo de legitimación, quien piense de un modo reflexivo, este mismo pensamiento pone de relieve un carácter extrañamente anacrónico.
En el mundo del moderno sistema productor de mercancías la política es solo la continuación de la competencia económica por otros medios, como la guerra (de acuerdo con una frase de Clausewitz) es la continuación de la política por otros medios. Esta identidad armonizada entre competencia, política y guerra es la que implica la lucha por la hegemonía planetaria y escribe la historia del capitalismo.
La lucha inicialmente policéntrica por el dominio mundial capitalista fue, en primer lugar, puramente europea y tuvo sus raíces en la historia de la formación del modo de producción capitalista en la Europa occidental y central.
La izquierda, la guerra y la ontología capitalista Abril, 2003
Después de la guerra es como decir antes de la guerra, dado que el capitalismo significa, en su esencia, agresión, destrucción y autodestrucción. El fin de la guerra fría no trajo los Dividendos de la Paz (ya la expresión misma revela una ilusión en cuanto al carácter del terror económico), sino que marcó el punto de partida histórico de la barbarie global, de la decadencia social y de las brutales guerras de ordenamiento mundial llevadas a cabo por una policía mundial bajo la égida de la última potencia mundial, los EE.
LA GUERRA DE ORDENAMIENTO MUNDIAL. EL FIN DE LA SOBERANÍA Y LAS METAMORFOSIS DEL IMPERIALISMO EN LA ERA DE LA GLOBALIZACIÓN El siguiente texto texto sirve de introducción al libro Weltordnungskrieg. Das Ende der Souveränität und die Wandlungen des Imperialismus in Zeitalter der Globalisierung («La guerra de ordenamiento mundial. El fin de la soberanía y las metamorfosis del imperialismo en la era de la globalización»), 448 páginas, que acaba de publicar en Alemania la editorial Horlemann [info@horlemann-verlag.