Sabido es que la historia de la modernización abunda en metáforas de la luz. El sol radiante de la razón ha de penetrar las tinieblas de la superstición y hacer visible el desorden del mundo, para organizar por fin la sociedad conforme a unos criterios racionales. Pero esa supuesta razón es en verdad el irracionalismo social de la “economía separada”. En este contexto, la “luz de la ilustración” no es en modo alguno un mero símbolo alojado en el reino del pensamiento, sino que posee un sólido significado socio-económico.
“En tanto no consiga cuestionar los fundamentos del sistema, la izquierda seguirá desorientada, y si se aprovecha del ‘carro de la administración estatista de la crisis’ para proponer sus reformas sociales, descarrilará con él”
El filósofo alemán Robert Kurz (Nuremberg, 1943) falleció el pasado 18 de julio (2012) en la ciudad que le vio nacer. Kurz ha sido probablemente el último representante serio de la variante teórica del marxismo filosófico que la gran Rosa Luxemburgo, va ya para un siglo, y la señora Joan Robinson, va ya para medio siglo, calificaron con certera malignidad de “rococó hegeliano”.
En el camino de la crisis histórica del dinero Por Robert Kurz
El sistema, inherente al capital, de los desdoblamientos de la mercancía en valor y valor de uso, y del valor en mercancía y dinero, tiene que reproducirse necesariamente en la crisis y en su concepto. También la desvalorización del valor o la desubstanciación del capital es, por consiguiente, doble y se va abriendo camino tanto en el plano de la producción de mercancías (desvalorización del capital humano, del capital material y del capital mercancía), como en el plano del equivalente universal (desvalorización del medio de fin-en-si del dinero).